Descarto cualquier posibilidad
de aterrizar en tus dominios...
Tu angelical mirada
se adormeció entre la marea,
el tsunami provocado
por un corazón desgastado,
adormecido, demasiado atrofiado
como para amarse a sí mismo...
Pero descuida...
mi piel ansía otra cosa,
otro deleite... otro paraiso.
Agonizo por una miel
virgen, selecta...
no, por la abeja reina.
El poema esta bien, pero me recuerda mas a un poema de reproche ;) a mi también me gusta la dulce miel ;)
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