sábado, 20 de agosto de 2011

y no se deja querer con razón













Y no se deja querer con razón.


La hiperactividad mezclada con la desesperanza,


el goteo implacable de mi nervio,


el sofoco de una cama que quiero deshacer


y no cambiar las sábanas nunca…





Encuentro la calma, la serenidad,


el punto justo del Nirvana,


sólo en su cuerpo desnudo; es cuando calmo,


en el terreno acotado por su almohada,


donde debería buscar el orgasmo sin descanso…


busco allí la eternidad, el silencio,


el jardín japonés inhabitado. Sosiego.





Y se deja querer de otoño a invierno


con su pasmosa habilidad para enviudarme en vida,


su espantosa manera de adorarme en sueños


y olvidarme cuando el sol aprieta…


y como el viento huracanado,


deja arrasado el jardín de flores


y el techo, sin cimiento; tomando el sol


cuando más frío hace…


            en mitad
del invierno.








            1-junio-2011

6 comentarios:

  1. maravilloso,impecabe...enviudar en vida! que dolor!
    besos admiradisisisisimos!

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  2. Muy bueno.
    Ese momento nirvana es único.

    besos.

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  3. Muy sensuales tus letras que bordas con la delicadeza de un gran poeta.

    Un fuerte abrazo desde Poemas Escritos con el Alma.

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  4. Mezcla de sensaciones, de pareceres.
    Después de más de dos meses... sigue?
    Cariños, Riol.
    Buen domingo!

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  5. !perfecto! sentido y expresado...las cosas son lo que son...bsss

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  6. Me encanta!!!un besazo desde la calurosa Córdoba

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gracias por gritar en silencio