Gracias por enseñarme cada día
un lenguaje nuevo, un vocablo purificador.
Gracias por echarte de menos cada noche
y aparecer en mi almohada.
Gracias por esta cena de barrio
en un castillo que me acerca al cielo.
Gracias por aparecer un 16 de abril
y quedarte a mi lado, junto a mi hermana.
Mil gracias por estar en esa “fase”.
¡Todo hubiese sido diferente
y está muy bien como está!
Permíteme agradecértelo con estos
bombones… porque cualquier manzana podrida
la conviertes en un maravilloso dulce
de chocolate…
¡¡Bombón!!
22-10-2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por gritar en silencio