Igual de confortable,
igual de bonita
la luna sin su sirena…
Fuera de toda duda
se encuentran las diferencias
entre la noche y el día,
entre el negro y la rosa,
entre el niño y el hombre…
Más que nunca
echo de menos tu cara,
tu silencio tierno
que acalla mi volcán,
más que nunca
hago del momento
una vida entera,
hago de tres noches
el preludio
de un amor eterno…
Cántame una canción
al oído
y te escribo siete versos
que acunen tu morriña
que hagan de este
pobre mortal
el protagonista de tus sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por gritar en silencio