viernes, 24 de febrero de 2012

aplacar la espera



Aplacar la espera
con el sesudo preámbulo de un beso
como mejor bienvenida.

Ahogando el deleite de la vida
en un paseo sin rumbo,
autocrítico y atolondrado…
se cruzan sonrisas con niños,
violentas amenazas de muerte,
retos de Tabú para adornar un bar,
búsqueda del reposo a todo esto y más…

Aquí haría o cambiaría o mataría…
aquí, aquí no pinto nada,
aquí pinto un payaso y se ríe de todos,
aquí ato un burro y echa a volar…
pero aquí no quiero estar
                y aquí tampoco…

No hay refugio en este caos ordenado
por pasos de cebra, letreros luminosos,
silbidos y algarabías varias…
yo tengo otro de esos caos
menos ordenado, menos caótico,
maleable por el latir de una mariposa,
duro como una fibra alada (alelada)
tan desgastado por el uso, tan rústico,
de comic de Marvel, de súper-héroe…

Aquí aguanto tu ausencia
                como puedo,
dictando su futuro encuentro…
con un sesudo beso…
                (¡quizás!)
tan sincero como apagado por ese otro caos
que todo lo traga y difumina,
hasta el mejor invento para secuestrarte,
para hacer silenciar el entorno
y ahogarme en ti
y apaciguarme…
                aquí…
                donde no quiero estar…


                marzo 2009 


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